Los Bálticos volvieron a llevar la voz cantante en el marco de la guerra. Alemania, sometida a una presión casi nunca vista, acabó cediendo: habrá tanques Leopard para Ucrania. Berlín da un giro y cambia su política exterior de las tres últimas décadas en una semana donde volvió a sonar la idea de negociar de la paz; un debate que ya lideró Macron antes de la invasión y que no sirvió de nada. Además, se da la tesitura de que Rusia no reconoce a la UE como interlocutor, lo cual la descartaría automáticamente de una futura mesa de negociación donde, quizás, sí podrán sentarse Turquía, Francia o Alemania. Por otro lado, estos dos últimos países anunciaron la extensión del H2Med (el tubo de hidrógeno desde Barcelona) y relanzaron un proyecto de avión militar con participación de España. En cuanto a la inestabilidad política en el continente: Bulgaria queda abocada a celebrar las quintas elecciones en solo un año; a la mayoría absoluta del gobierno griego le han presentado una moción de censura y Serbia, que busca avanzar en su adhesión, comienza a abrirse a aprobar sanciones contra Rusia. Por último, la Comisión Europea expedientó a España y a otros veinte Estados miembros por incumplir las normas contra la radicalización online. Ahora estos países disponen de dos meses para subsanar las fallas que ha identificado el Ejecutivo comunitario.