1. Voto del electorado.
Las elecciones han sido bastante más ajustadas de lo que preveían los análisis demoscópicos y se han decidido en varios estados denominados “estados llave”. Los “estados llave” o “swing states” son estados donde, a priori, no tiene asegurada la victoria ninguno de los candidatos. Por ejemplo, un “swing state” es el estado de Florida que, siendo tradicionalmente demócrata, en las elecciones de este año y en las de 2016 ha ganado el partido republicano. En contrapartida, un estado no considerado “swing state” es el estado de California, donde la victoria demócrata está asegurada antes de la celebración de las elecciones.
La presidencia de Biden se ha debido a la victoria demócrata en los denominados “estados llave”. A diferencia de las anteriores elecciones de 2016, Biden se ha hecho con los siguientes estados: Arizona (sorprenden- temente, pues es de tradición republicana), Wisconsin, Illinois, Michigan y Pensilvania.
Elecciones USA 2016
Elecciones USA 2020
Entre los electores que han otorgado la victoria a Biden se tratan de votantes jóvenes, el nivel de estudios es en gran medida de formación universitaria y el perfil racial del electorado representa más del 60% de votos del grupo latino y asiático y, alcanza el 87% de voto afroamericano. A contraposición de Trump, los datos manifiestan un electorado más envejecido, los electores no cuentan con formación universitaria y, el electorado representa el 57% del grupo racial blanco, aunque ha protagonizado un aumento del voto latino en ciertos estados (por ejemplo, en el estado de Florida). La brecha electoral entre el campo y la ciudad se mantiene. Trump obtiene el 54% de votos en zonas rurales (en grandes urbes un 37%) y Biden, por su parte, obtiene el 51% en grandes ciudades.
Las propuestas del programa de Joe Biden se dividen en dos áreas: política interior y política exterior. Estas últimas configuran las relaciones con terceros países en el plano internacional.
Política interior. Plan económico
El proyecto económico de Biden (Build Back Better) se centra en los siguientes aspectos:
Aumento de los impuestos y del salario mínimo interprofesional. Por un lado, la subida de impuestos afectaría a las personas físicas con un patrimonio mayor a 400.000$ al año. Con esta recaudación pretende financiar recursos sociales como la atención médica, educación y, especialmente, a cuidados de personas vulnerables. Por otro lado, tiene intención de subir el salario mínimo interprofesional a 15$ la hora y poner fin al salario de propina mínima y al salario mínimo de personas con discapacidades.
Creación de puestos de trabajo a través de la inversión de fuentes de energías renovables. Biden pretende llevar a cabo una inversión de 2 billones $ para combatir el cambio climático que se centraría en la creación de puestos de trabajo por medio de la construcción de infraestructuras y viviendas sostenibles; inversión en nuevas tecnologías de producción de energía y en I+D.
Ayudas a las pequeñas y medianas empresas e impulso de la industria americana. Biden proporcionará un paquete de ayudas a las pequeñas y medianas empresas para afrontar la crisis del Covid-19. Asimismo, tiene como finalidad impulsar la industria de alta calidad en manufactura y el desarrollo en industria de innovación tecnológica como el despliegue de 5G e inteligencia artificial.
Con los últimos puntos, se busca no sólo potenciar a las empresas estadounidenses en el liderazgo mundial, sino que la política económica pone énfasis en que se fomente la compra de productos y servicios nacionales por parte de los estadounidenses.
Plan Social
La reforma de la justicia penal desde varios planes objetivo: eliminación de las disparidades raciales existentes a través del establecimiento de sentencias más justas, eliminación de cárceles privadas; incentivos a los estados para que frenen el encarcelamiento infantil y ayudas a los presos para que dispongan de facilidades en la reinserción.
Mayor inversión en educación y ampliación de medidas en sanidad. Biden triplicará la financiación en escuelas públicas en familias con un bajo porcentaje de ingresos para eliminar las discriminaciones existentes entre distintas clases y etnias. En lo que respecta a sanidad, Biden pondrá a disposición de los ciudadanos pruebas gratuitas del Covid-19 y continuará el plan de salud Obama- Care, introduciendo nuevas implementaciones más garantistas.
La línea de política inmigratoria que dirigirá Biden consistirá en un control de fronteras con la colaboración de Méjico y Canadá, admisión de personas procedentes de países de religión musulmana y en la reversión de las políticas de asilo de Trump.
Política exterior.
La política exterior de Biden tiene como objetivo disminuir la actividad bélica, paralizando las guerras de Afganistán y Oriente Medio. Las tropas que movilice las enfocará contra la lucha del grupo terrorista Al-Qaeda e Isis. A la vez, pretende dirigir las relaciones internacionales desde herramientas más diplomáticas, invirtiendo más presupuesto en el cuerpo diplomático.
Biden continúa con la línea política de Obama y una de sus finalidades es retomar las conversaciones con Irán para que frene el reinicio de su programa nuclear. Asimismo, junto con la colaboración de China quiere iniciar un diálogo con Corea del Norte para que frene su política nuclear.
3. Conclusiones
¿Cómo afectaría la presidencia de Biden en Europa?
Para la Unión Europea es preferible el demócrata Biden frente a Trump. La política proteccionista del anterior presidente perjudicó a muchos productos procedentes de Europa como, por ejemplo, los aranceles a productos agrícolas, ropa, artículos de lujo, vino, aceite, etc. En este sentido, Biden no se ha pronunciado de forma expresa sobre el asunto de los aranceles, pero en ciertas declaraciones ha afirmado que los Estados Unidos están abiertos a la negociación de tratados comerciales justos. Es importante analizar su trayectoria política, ya que como senador apoyó el tratado comercial de NAFTA (Free Trade Agreement) y durante el período de Obama (2008-2016) impulsó diversos acuerdos de libre comercio. En principio, Biden opta por no incrementar las barreras comerciales y presenta una línea comercial similar a la Obama, apoyándose en acuerdos de libre comercio.
Sin embargo, a pesar de que su política económica (Build Back Better) presenta ciertos matices con la política actual, sigue una línea parecida al discurso de American First de Trump. En este sentido, se impulsa a las empresas nacionales a través del fomento de la compra de productos y servicios americanos. Para la política exterior de la Unión Europea se trata de un factor para tener en cuenta en las relaciones comerciales con Estados Unidos. A su vez, la relación bilateral que establezca Biden con China puede poner de nuevo a Europa en la posición tensa de si tender hacia las actuaciones de EE. UU o establecer relaciones con China.
Para la política de transición energética de EE. UU supone una alianza para la Unión Europea en su lucha para combatir el cambio climático. Una de las menciones que ha hecho Biden es su objetivo de ratificación del acuerdo de Paris. Esta medida supondrá un punto de inflexión para incentivar la adhesión de terceros países al acuerdo.
En lo que se refiere al Brexit, Biden presenta fuertes vínculos con Irlanda. El demócrata declaró que, si Johnson incumple el tratado de salida firmado con la UE en lo que afecta a Irlanda del Norte, no firmará ningún acuerdo comercial con el Primer Ministro.
En conclusión, a diferencia de las relaciones tensas vividas bajo la Administración Trump, Estados Unidos se acercará a la Unión Europa en las relaciones comerciales. La presidencia de Biden será beneficioso para establecer nuevas relaciones comerciales, para el impulso de la transición energética y para los acuerdos del Brexit. No obstante, puede generar como efecto negativo que Europa se aleje de su autonomía estratégica y retome las viejas relaciones dependientes con Estados Unidos.
¿Cómo afectaría la presidencia de Biden en China?
Las políticas económicas de Biden continuarán en cierta medida la trayectoria de la Administración Trump y se asemejarán a la Administración de Obama. Esto quiere decir que las relaciones con China continuarán siendo la mismas. Estados Unidos mantendrá cierto proteccionismo para impulsar y proteger a las empresas americanas frente a China. Las políticas económicas de Biden tienen como finalidad potenciar la industria americana para eliminar la relación de dependencia con China de ciertos productos y, a su vez, dotar a sus empresas nacionales de una mayor competitividad ante las empresas chinas. Sin embargo, la postura moderada de Biden dará más opción a que se entable una relación bilateral más estable con China.
Como expresan algunos medios chinos, como el Global Times, Biden tuvo lazos con Xi Jinping durante los años en que ambos fueron vicepresidentes de sus respectivos países. Esta relación previa, puede contribuir a que se retomen nuevas negociaciones e incluso que se inicie de nuevo el acuerdo comercial que se paralizó a causa de la guerra comercial existente entre estos dos países.
En conclusión, se mantendrá una cierta tensión entre Estados Unidos y China por ver quién mantiene o alcanza la hegemonía mundial. La presencia de Biden puede contribuir a que se abran nuevas negociaciones y no se generen políticas tan agresivas como las establecidas por el presidente Trump.