El fondo europeo de reconstrucción, acordado este jueves por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, estará ligado al presupuesto comunitario y tiene como objetivo relanzar la economía europea una vez pase lo peor de la crisis sanitaria actual.
Sin embargo, los líderes europeos siguen divididos en la forma de articular el fondo. Por un lado, se encuentran los países más castigados por la pandemia, Italia y España, que defienden que los fondos que se inyecten a los países deben ser ayudas directas (sin necesidad de reembolso). Y, por otro lado, un grupo de países liderado por Países Bajos, que defienden que los fondos deben ser préstamos.
A partir de aquí, la Comisión Europea se ha comprometido a elaborar una propuesta detallada que consiga alcanzar un consenso en el próximo Consejo Europeo que se celebrará previsiblemente el próximo 6 de mayo.
En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea adelantó que el fondo estará dotado de más de 1 billón de euros, y se articulará de una forma que “será un equilibrio adecuado entre subvenciones y préstamos”.
Por otro lado, en la cumbre de este jueves también se aprobó el pacto alcanzado hace un par de semanas por el Eurogrupo en el que se acordó movilizar un paquete de emergencia de 540.000 millones de euros para los Estados, las empresas y los trabajadores.